Hombre, no se trata de eso. Ya sabes que es un poema de despedida. Espero que no sea necesario utilizarlo pronto, pero, como tú bien dices, «cosa hecha no corre prisa». Yo no soy una haijin auténtica, pero algunos que sí que lo eran dejaron su poema preparado. Como dice mi padre cuando alguien se muere: «¡Que nos espere muchos años!», pues este jisei, también. En cuanto a regalártelo, a tí no te pega una despedida tan lacónica, creo que lo tuyo sería un romance de esos que se recitaban durante bastante rato y con su público y todo.
…pues estoy con Víctor: como epitafio me parece precioso. Pero también con Mercedes: para Víctor, mejor un soneto, o dos.
Y no corre prisa para usarlo, podemos esperar todavía que fluya un poco más este atardacer en que nuestras sombras se alargan…
Como bien decía Cicerón, que era un tío mu’ listo, sabemos que vamos a morir, lo que desconocemos es cuándo. Por eso no me parece mal lo de tener el epitafio preparado, no vaya a ser que, por falta de previsión, nuestros allegados y allegadas nos coloquen aquello de «aquí yace y hace bien, él descansa y nosotros también». No sé yo si con dos sonetos tendré bastante para el mío, en todo caso con estrambote. Y sin prisa por que se publique.
Precioso epitafio. ¿Me lo regalas?
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Hombre, no se trata de eso. Ya sabes que es un poema de despedida. Espero que no sea necesario utilizarlo pronto, pero, como tú bien dices, «cosa hecha no corre prisa». Yo no soy una haijin auténtica, pero algunos que sí que lo eran dejaron su poema preparado. Como dice mi padre cuando alguien se muere: «¡Que nos espere muchos años!», pues este jisei, también. En cuanto a regalártelo, a tí no te pega una despedida tan lacónica, creo que lo tuyo sería un romance de esos que se recitaban durante bastante rato y con su público y todo.
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…pues estoy con Víctor: como epitafio me parece precioso. Pero también con Mercedes: para Víctor, mejor un soneto, o dos.
Y no corre prisa para usarlo, podemos esperar todavía que fluya un poco más este atardacer en que nuestras sombras se alargan…
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¡Qué preciosa imagen, Fernando! Gracias por leerlo y por tu comentario.
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Como bien decía Cicerón, que era un tío mu’ listo, sabemos que vamos a morir, lo que desconocemos es cuándo. Por eso no me parece mal lo de tener el epitafio preparado, no vaya a ser que, por falta de previsión, nuestros allegados y allegadas nos coloquen aquello de «aquí yace y hace bien, él descansa y nosotros también». No sé yo si con dos sonetos tendré bastante para el mío, en todo caso con estrambote. Y sin prisa por que se publique.
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Pues eso, que nos esperen muchos años, si estamos bien y en condiciones, claro. Besos.
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¡Así sea!
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