Palmeritas con coco al sirope de fresa
Sigo investigando y haciendo experimentos para no aburrirme con los desayunos.
En esta ocasión, concretamente ayer por la tarde, tocó probar con las palmeritas de hojaldre. Como siempre, tras consultar un par de recetas, hice una mezcla de todo más buena parte de lo que se me ocurrió y, ¡eureka!, una vez más ha habido suerte. Los hados reposteros siguen de mi parte, y eso que no les había hecho ni caso hasta hace poco más de un mes. En fin… cuando me da me da.
Las palmeritas son facilísimas de hacer y, además, resultan muy ricas y vistosas.
Los ingredientes son:
1 plancha rectangular de hojaldre
1 cucharada de agua
1 cucharadita de miel
2 cucharadas de azúcar moreno
2 cucharadas de sirope de fresa
1 puñado de coco rayado
La elaboración es más simple de hacer que de explicar, pero voy a ver si me sale:
Colocamos la plancha de hojaldre apaisada frente a nosotros. La pintamos con agua y, una vez humedecida, extendemos sobre ella el azúcar moreno uniformemente. Hacemos lo mismo con el sirope de fresa, que puede quedar en dos líneas paralelas y verticales a nosotros.
Así preparada la masa, enrollamos un lado y el otro en dirección horizontal, pero en sentidos opuestos, de tal manera que los rollos se encuentren en el centro, con lo que frente a nosotros quedarán dos cilindros de masa iguales, unidos y verticales a nuestra posición.
Pues bien, vamos cortando rodajitas de esta masa, de algo más de un centímetro para que no se desarmen, y las colocamos en la bandeja del horno. Como yo utilizo una de silicona, no preciso ponerle nada para que no se peguen, pero se puede colocar un papel de hornear, por ejemplo el que viene con la masa del hojaldre.
Es preciso poner las palmeritas a cierta distancia unas de otras, que luego crecen y, si no, se pegan -no queremos broncas dentro del horno por la lucha por el espacio vital-. Por otra parte, como queremos que queden finitas, podemos aplastarlas un poco, lo que ayudará a su cocción y a que adquieran la forma deseada.
Ya todas monas y puestas en la bandeja, podemos echarles por encima unos puñaditos de coco rayado.
Finalmente, calentamos un pelín de agua y diluímos la miel. con este pseudoalmíbar exprés pintamos las palmeritas en proceso, con lo que quedan preparadas para su entrada triunfal en el horno, que ha de estar precalentado a 190 grados, y donde han de permanecer de 15 a 20 minutos, dependiendo de lo gorditas que las hayamos hecho.
El resultado ha de ser crujiente por fuera y con un centro cocido, pero jugosito.
Y ahí queda el retrato, para la posteridad, porque de las susodichas físicamente quedan ya bien pocas…