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Mañana de Reyes

6 06Europe/Madrid enero 06Europe/Madrid 2018

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En el recuerdo,
espera deslumbrante,
hoy, mi muñeca.

El 20 de marzo de 1965 la francesa France Gall, representando a Luxemburgo, ganó el Festival de Eurovisión con esta canción, «Poupee de Cire, poupee de son». Cinco días antes, aquí en Madrid, en el sanatorio del Valle, en la Ciudad Universitaria, nacía esta Marymer que está escribiendo hoy.

Mi padre cuenta que, para que mis hermanos estuviesen entretenidos y no se sintieran desplazados por la nueva hermanita, compró una tele. no sé si llegaría a tiempo de que viesen en ella como la muñequita de 17 años, France Gall, pasaba por delante de nuestra Conchita Bautista con su «Qué bueno, qué bueno», que no lo fue tanto como para ganar. Aunque ya sabíamos todos que eso de la Eurovisión no era más que política, que España no ganaba porque no nos querían en el extranjero: envidia y solo envidia, que como aquí no se vivía -ni se vive- en ninguna parte, con este sol, esta alegría ¡y lo bien que se come! ¡Viva Conchita y abajo la gabachita!

En todo caso, la evocación ha surgido a partir de los recuerdos de las mañanas de Reyes de mi infancia, que eran un destello de ilusión. Mis padres desarrollaban un despliegue de «efectos especiales» para dar vistosidad a los regalos que, sin ser muchos, relucían como estrellas, rodeados de globos, caramelos, serpentinas y envoltorios de colores.

Esta niña de las coletas se quedaba tan impactada ante la magia que había hecho aparecer en el sofá de escay una muñeca enorme (al parecer, fruto, en parte, de los puntos de los envoltorios de las gaseosas: los Reyes Magos eran muy apañaditos), que no se acercaba a cogerla, ni pestañeaba siquiera. Tardaba un rato en hacerse a la idea de que aquello era de verdad, era para ella. Y aquella niña tuvo que hacerse mayor para sacudirse esa perplejidad ante los regalos de la vida.

Hoy, aun sin «efectos especiales», reconozco como el mejor regalo el Amor, que jamás me ha faltado ni antes ni ahora. A la Marymer niña se le aparecía entonces en forma de muñeca la mañana de Reyes, a la de hoy y la de mañana todavía no se sabe en qué formas se le aparecerá. Eso está por ver. y eso es lo divertido de la vida: la sorpresa… cualquier mañana puede una encontrarse una muñeca en el sofá… ¿Por qué no?

2 comentarios
  1. Uge permalink

    Me gusta y ademas la Marymer de las coletas es la misma Marymer de hoy, mi idolo y mi guia muchas veces aunque no lo creas

    Le gusta a 1 persona

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