Los Heraldos Verdes
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Heraldos verdes
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Entre cenizas,
miles de heraldos verdes,
puños cerrados,
que se irán desplegando…
¡Estandartes de paz!
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“El hecho extraño” y “Helecho extraño” eran los típicos ejemplos que ponían en clase cuando se hablaba de fonética sintáctica, allá en la noche de los tiempos, cuando yo estudiaba esas cosas. Estos días, caminando por las calcinadas laderas de Valdés, en Asturias, me acordaba de aquellos ejemplos, porque mira que son extraños los helechos y mira que es extraño y maravilloso su modo de sobreponerse al desastre de los incendios desaforados que los seres humanos provocan por mezquindad, avaricia e inconsciencia.
César Vallejo decía en su sobrecogedor poema “Los heraldos negros”, que hay golpes tan fuertes en la vida que son “como del odio de Dios” y además son “los heraldos negros que nos manda la muerte”.
Sin embargo, estos días en Asturias he vivido casi como milagroso el surgir desde la tierra calcinada otros heraldos: cientos de brotes de esos helechos extraños, erguidos buscando la luz y el sol, tan solo unos pocos días después del desastre, como un ejército de bastoncillos tiernos. Con sus puntas enrolladas sobre sí mismas, todavía emergiendo, Podrían parecer frágiles, pero no lo son porque tienen la fuerza de la resistencia al tiempo y a la muerte, que demuestran orgullosamente desenrollando sus hojas y mostrándolas como sus nuevos y brillantes estandartes de paz. Tras los incendios, estos son hoy en Asturias los heraldos verdes que nos manda la vida.
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(Por alusiones…)
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Maravilloso. Renaceremos de entre las cenizas, una y otra vez.
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¡Así sea! Como verás, además ya tenemos las imágenes que ha añadido nuestro reportero. Ya sabes…
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Gracias Merche
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¡Gracias a ti, Carmen! ¡Qué agradable sorpresa tenerte por aquí! ¡Bienvenida al blog!
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La naturaleza es poderosa, se repondrá hasta del apocalipsis nucular. ¡Preciosa reflexión!
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Me encantó, Marimer. Gracias por descubrirme ese poema sobrecogedor, como dices, de César Vallejo. La naturaleza sí que es poderosa, ahí surge con su potente impulso de vida, a pesar de los golpes, esta vez en forma de fuego intencionado.
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¡Gracias a ti por leerlo y por comentar!
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