Aquella «Sangre»
A veces tengo la impresión de no haber cambiado demasiado. Mejor dicho, de seguir un hilo argumental muy previsible dentro de mi evolución.
Lo digo porque hay «lugares» a los que recurro y vuelvo a recurrir, como los peces en el río, que beben y vuelven a beber. Esto me debe de haber salido con resonancias de villancico por la cercanía de la Navidad, pero desde luego no por lo que tengo en mente.
En concreto ahora me estaba acordando de «Los heraldos negros» de César Vallejo, que es de lo menos campanillero y burbujeante que se me ocurre.
Este hermosísimo y profundo poema me ha acompañado y me acompaña desde hace ya muchos años. De hecho ya he hablado de él en este blog en https://marymer.wordpress.com/2013/02/01/los-heraldos-de-la-memoria/ contando cómo lo descubrí y gracias a quién.
A finales de septiembre, me dio por grabarme recitándolo. Mostré el resultado a alguno de mis amigos. Me quedó tan dramático, que alguno de ellos llegó a pensar que me había sucedido algo terrible.
Suceder, lo que se dice suceder, no había sucedido nada nuevo, pero sí es cierto que los finales de septiembre siempre me traen aún más vívida la imagen de mi madre. Tal vez por esta razón, poemas como «Los heraldos negros» me envuelven cálidos y reconfortantes, porque en ellos siento la complicidad de la comprensión del sufrimiento profundo y sincero.
Comentando la grabación, mi querido amigo José Antonio me dijo que él conservaba un poema mío, escrito hace muchos años e inspirado en «Los heraldos negros». Yo no lo recordaba en absoluto.
Y, hace unas semanas, compartiendo un chianti, me emocionó leyéndomelo. Ahí lo recordé. Aunque creía no conservarlo, resulta que sí, que tenía una versión llena de borrones, que he terminado de transcribir hace un rato.
No puedo datarla exactamente, pero, por la fecha de otros escritos cercanos, debe de ser de finales del 90 o principios del 91. Es pues un poema de juventud, seguramente lleno de errores, pero impregnado también de sinceridad, de la expresión de un sufrimiento profundo, de los que arraigan con fuerza en el corazón y en la mente.
Este es. Se titula «Sangre»:
La sangre a veces se come con pan y cebolla.
La sangre a veces se convierte en vino y se bebe.
La sangre adentro es vida. La sangre afuera es muerte.
Sale y entra. entra y sale.
Trae y lleva. Lleva y trae.
semovíarápida
a ho ra len ta
Se parará
se secará y será negra y dura como el alma atormentada y vieja que se come las costras prematuras
que anuncian el final ineludible y plástico
del rojo
que aún crepita en cada «Pequeña Muerte»,
en cada emoción azul,
en cada latigazo de fuego en las entrañas,
en cada recuerdo ineludible y en cada deseo eludido.
Lejos……Lejos………Lejos…………
Trae y lleva. Lleva y trae.
Y se para lejos, demasiado lejos…
No se puede esperar tanto.
¡Hay que hacer una estación porque el túnel definitivo aún no se ve!
… Y no sé por qué seguía esperando.
No entiendo cómo puedo seguir esperando.
No sabré siempre por qué tendré esperanza hasta nunca.
Y, sin embargo, continuaré espectante
mirando de frente
de cerca
de pie
EL SOL DEL MEDIODÍA
Y no sé por qué ni cómo me crecerán las alas ignífugas
que me llevarán hasta el mismo centro de la muerte abrasadora.
Y seré feliz porque arderán mi pelo y mis manos
mi boca y mi pubis
mis piernas y mi vientre
mi pecho y mis ojos.
Bajo las alas
quedarán mis huesos alcalinos brillando
in-ter-mi-ten-tes
deteniendo el tiempo y la luz
porque sí.
https://www.dropbox.com/s/zrlkttgipg8zjbt/Los%20heraldos%20negros.m4a?dl=0
Y aquí el enlace a la grabación que devolvió este poema al presente.
Gracias, José Antonio.
semovíarápida
a ho ra len ta
Lejos……Lejos………Lejos…………
in-ter-mi-ten-tes
Meencanta
Me en can ta
Me………encanta………
Me-en-can-ta.
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Gracias 🙏🏻 gracias🙏🏻 teniendo en cuenta que todos los poemas que leído escritos por ti son absolutamente preciosos, es un honor que este te guste
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Qué miedo me hubieras dado en aquellos tiempos… No me hubiera atrevido ni a acercarme. Ahora es otra cosa
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¡Anda ya! tampoco te creas, que no era para tanto.
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Me ha gustado la verdad que transmiten estas letras. Bonito!
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¡Muchísimas gracias por leerlo y comentarlo! Me alegro mucho de que te haya gustado. A mí a veces me da pudor dejar estas cosas «a la intemperie», pero tu comentario me hace pensar que vale la pena.
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Marymer, ha sido lindo! 🌷
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